Para dar comienzo a la actividad voy a enunciar y a
explicar la elección del tema-debate.
Nos encontramos en un aula de 5º curso de primaria y
se nos presenta un problema de relaciones sociales entre varias alumnas de la
clase. El caso se expone de la siguiente manera:
Un grupo de cinco niñas rechazan la compañía de una
sexta niña por motivos de comportamiento hacia ellas (malas contestaciones,
actitudes altivas, etc.). El conflicto aparece en el momento en el que el grupo
de cinco niñas "ataca” verbalmente de manera desproporcionada a la otra
alumna, utilizando la fuerza que les da la unión para ello. Debemos tener en
cuenta que, de manera individual y en sus respectivas casas, ninguna de las
cinco niñas dice tener “ningún problema en contra de ella”.
En una de las múltiples ocasiones de conflicto
(siempre fuera del aula) la niña “excluida” entra en la clase llorando. Es el
momento perfecto para tener un debate general con todos los compañeros de la
clase para abordar el acontecimiento actual y los posibles conflictos futuros.
Comenzaremos el debate preguntando a la niña
afectada el motivo de su desdicha y “los posibles causantes” de ella. La gente
involucrada en el altercado se mantendrá de pie durante el debate para así
poder realizar un debate en el que estos/as alumnos/as tengan un protagonismo.
Escucharemos el argumento de la historia por parte
de la niña afectada utilizando preguntas como “¿qué ha sucedido “Fulanita”?
¿quieres que hablemos del tema? ¿intentamos solucionar el problema entre todos
como buenos compañeros? En todo momento trabajaremos que el resto de la clase
se mantenga en silencio para que ella pueda dar su versión de manera tranquila
y bien explicada. Una vez finalizado su turno, realizaremos la misma acción con
todas y cada una de las personas que se han visto involucradas en el relato de
la primera niña, respetando el turno de palabra y evitando interrupciones y
acusaciones fuera de lugar.
Antes de comenzar el dialogo entre las niñas
afectadas se preguntará de manera general al resto de los alumnos del aula si
son conocedores de este problema y cuál es su opinión sobre el mismo. Se
procurará la participación de todos, haciendo hincapié en los niños más
callados. Para ello se realizarán preguntas tales como: Pepito, ¿qué opinas tú
sobre el relato de Fulanita?; Menganito, ¿crees que la versión de las Pepitas
es muy diferente a lo que ha pasado en realidad?
Una vez abierto el diálogo entre los alumnos de la
clase se anotarán en la pizarra una serie de normas de cumplimiento obligatorio
para todos los que vayamos a participar en el debate. Algunas de ellas son:
respetar el turno de palabra, favorecer la exposición de ideas mediante el
silencio, respetar las diferentes opiniones, evitar el uso de palabras
malintencionadas, etc. (procuraremos evitar la palabra NO en las normas). De
esta manera, el o los alumnos que tengan la tendencia a molestar o a
interrumpir continuamente sabrán que se les expulsará del debate en el momento
que incumplan las normas.
Se procurará llegar a un acuerdo. Intentaremos que
las niñas cedan hasta el momento de encontrarse en un punto intermedio mediante
el trato (ejem.: Fulanita procurará evitar las actitudes altivas y las malas
contestaciones a la vez que las Pepitas la ayudarán a hacerlo mediante la
inclusión en su grupo de manera abierta).
Para finalizar el debate se preguntará de manera
general a la clase cuáles han sido sus sensaciones y sentimientos a la hora de
escuchar y participar en él. Con este cierre procuramos el asentamiento de las
claves del debate y de las ideas fundamentales que queríamos trasmitir a los
niños. A su vez, a nosotros nos servirá para recoger una evaluación general
sobre el proceso, la evolución y la solución del conflicto.