Cuando
hablamos de leer entendemos que nos estamos refiriendo al hecho de fijar
nuestra atención sobre un texto (ya sea un libro o una frase) y realizar la
tarea de descifrar su código para comprender lo que está escrito y asimilarlo.
Pero
tenemos que tener en cuenta que cuando una persona lee no está solo descifrando
un mensaje, está empapándose de su contenido, liberando su mente hasta el punto
de poder imaginar lo inalcanzable, disfrutar, emocionarse y sobre todo amar la
lectura.
La
lectura es un ámbito del que solo una pequeña parte de la población disfruta,
ya sea por falta de tiempo, falta de costumbre o simplemente desinterés hacia
ella.
Lo importante y, por lo tanto,
determinante de la animación a la lectura es no sólo enseñar a leer sino
también enseñar a amar la lectura para que todo el mundo sienta el deseo de
leer y disfrutar haciéndolo.
Ningún
niño nace leyendo, pero tampoco nacen no siendo lectores. A los niños se les
debe adecuar en la lectura, porque si desde el principio de su aprendizaje aprenden
a amar la lectura, ésta formará instantáneamente parte de ellos y no les
abandonará. La adquisición del hábito de leer no es natural, al niño se le debe
educar en la lectura.
Como
docentes podemos ayudarnos de actividades para que los niños asimilen la
lectura como algo divertido y gratificante:
El
texto que he elegido es uno de los libros de la colección de “Manolito Gafotas”
de Elvira Lindo. Los libros de esta colección están narrados en primera persona
por su protagonista, un niño de 10 años que vive en un barrio de Madrid; el
cual nos cuenta historias de su vida cotidiana (lo cual atrae la atención a los
niños porque se familiarizan con los capítulos). Al estar “escrito” por un niño
el lenguaje que se emplea en el libro es muy fácil de entender.
Se
deben adquirir tantos ejemplares como numero de alumnos haya en el aula. Los libros
permanecerán en la clase y se hará uso de ellos durante las horas elegidas para
llevar a cabo las sesiones.
Durante
el momento de la lectura atenderemos a la correcta posición corporal y en todo
momento procuraremos crear un ambiente de calma y calidez para que sean pocas
las causas que puedan distraer a los niños. La lectura se llevará a cabo en
silencio y el maestro debe velar por la concentración de todos y cada uno de
los niños del aula. Para poder evaluar la correcta lectura silenciosa de los
niños nos fijaremos en el movimiento ocular y en la postura corporal.
Después
de leer llevaremos a cabo las siguientes actividades:
1. Actividad
de memoria a corto plazo
Se
leerá en clase un capítulo, haciéndolo de manera silenciosa e individual. Una
vez que los niños hayan terminado de leer se realizará un concurso de preguntas
rápidas que el maestro lanzará en voz alta sobre el texto recientemente leído. El
maestro señalará al niño que debe contestar. Al final de la actividad todos los
niños han debido ser preguntados y el que haya acertado tendrá acumulado un
punto para la puntuación final de la sesión.
2. Actividad
para favorecer la atención
El
maestro copiará en la pizarra una serie de pregunta sobre datos “rebuscados”
del texto. Los niños deberán leer el texto prestando especial atención para
poder contestar a esas preguntas una vez finalizada la lectura y sin el texto
delante. Los niños que respondan con éxito las preguntas obtendrán otro punto.
3. Actividad
para favorecer la habilidad visual
Para
esta actividad extraeremos un párrafo del texto que se va a trabajar ese día en
el aula. Una vez que los niños hayan leído el texto se les presentará este
párrafo pero con ciertas modificaciones. En algunas de las palabras y de las
frases del texto se modificará el orden de las letras. Lo importante es que la
primera y la última letra de la palabra modificada se encuentren en la posición
correcta. De esta manera el cerebro utilizará el contexto de la frase para
intuir la palabra escrita. Cada niño leerá una frase del texto modificado y se
premiará con un punto al niño que lo realice con éxito.
4. Actividad
para favorecer la fluidez y la anticipación ocular
En
esta actividad los niños tendrán que leer en voz alta un fragmento del texto
siguiendo las pautas del profesor. El maestro introducirá directrices como “leer
más rápido”, “leer más alto”, “leer abriendo más la boca”, etc; trabajando así
las diferentes entonaciones, los timbres, los ritmos y la vocalización. Los
niños que realicen la actividad con éxito serán premiados con un punto.
5. Actividad
de comprensión global
Después
de leer el capítulo acordado para esa sesión se pedirá a los niños que creen un
posible capítulo anterior al que acaban de leer, lo cual les llevará a utilizar
su imaginación para justificar las causas del capítulo que se está leyendo. Además,
tendrán que realizar una hipótesis sobre un posible final alternativo al capítulo
que acaban de leer. El que más se acerque a una posible realidad será premiado
con un punto.
6. Actividad
para mejorar la lectura en voz alta
En
este caso se realizará una actividad de “puesta en escena”. Se dividirá la
clase en grupos y cada grupo tendrá que representar una escena del capítulo que
se está leyendo y trabajando en esa sesión. Dentro de cada grupo se repartirán
los papeles de narrador y personajes. Para llevarlo a cabo los niños leerán en
voz alta su parte del texto, trabajando así la entonación, la pronunciación y
la fluidez de la lectura. El grupo que realice la mejor representación obtendrá
un punto por cada miembro.
El
maestro evaluará a los niños de manera continua a lo largo de toda la sesión.
Los niños podrán auto-evaluarse al realizar el recuento de puntos obtenidos al
final de la sesión. Los niños que hayan obtenido mayor puntuación deberán
explicar al resto de sus compañeros las herramientas y estrategias que han
utilizado para obtener el éxito. Si realizan esta última actividad
correctamente serán premiados con un trofeo. Se pedirá a los niños que trabajen
en su casa con su libro favorito las mismas actividades realizadas en el aula,
para así cimentar las estrategias y directrices impartidas a lo largo de todo
el taller.